
En el pueblo pasaban cosas muy extrañas; a veces
amanecían animales muertos, las gentes se enfermaban y no les encontraban de que
estaban enfermas y por las noches veían volar una cosa blanca, que al principio
pensaban que era un pájaro blanco y enorme; otros decían que se trataba de un
esqueleto y así sucedían muchas cosas que no se podían explicar. Entonces, todos
pensaban que la culpable de que estas cosas sucedieran era la señora
extraña.
Un día el esposo, cansado de tanto arguende, decidió
irse a vivir a un lugar tranquilo y se fue a El Puerto de Tahuishco , donde tenía
una chosita, porque quería descubrir él mismo si lo que decían de su esposa era
cierto. Una noche, como era su costumbre, la señora se encerró en su cuarto; el
esposo estaba pendiente de todo lo que hacía; pasado un rato, empezó a escuchar
muchos ruidos extraños y vio salir por la ventana del cuarto un montón de huesos
volando. Abrió la puerta para ver qué estaba pasando y encontró la carne
amontonada (como una composta); le hecho sal y limón y esperó a que los huesos
regresaran, cuando aparecieron empezó a pronunciar palabras mágicas .
Cuentan que cuando dijo estas palabras la carne ya no subió a los huesos y estos
se convirtieron en polvo. Desde entonces ya no se ha visto cosas extrañas en Moyobamba y Tahuishco y ya se acabaron los sustos.
Autor : JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY
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Quisiera ver mas imagenes por faor por lo demas bien.
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