viernes, 28 de noviembre de 2014

LA METAMORFOSIS DE JULIAN

Una noche de luna en el Río Mayo, se escuchaba el lamento de un joven que se hacía más lastimero al pasar la horas, el viento era más frío cuando sucedía pero no había rastro de aquel ser, algunos contaban anécdotas sobre aquel suceso, otros apostaban a que era el maligno Tunche.

Antes del suceso en Moyobamba vivía un joven llamado Julián, quien se había dedicado al arte de la caza y la pesca, trabajaba de sol a sol y siempre tenía algo que contar.
Una tarde navegando ya de regreso de su fructífera tarde, vio que en la orilla de una playa yacía el cuerpo de una enorme serpiente cuya piel cambiaba al instante, muy curioso y con la idea de vender la piel de aquel reptil, se decidió ir a la playa.


El sol se despedía en el horizonte, y Julián con un machete iba a matar a tal serpiente cuando esta se volteo y le hablo de forma agónica, nuestro personaje  no podía creerlo, la serpiente le manifestó que había sido atacada por una sirena cruel, quien quería devorar su más grande tesoro, fue en donde de su boca apareció una flauta muy hermosa y de madera brillante.

La serpiente antes de morir explico que la flauta tenia poderes especiales, si tocaba una melodía los animales inconscientes se le acercarían al igual que los peces del río y este podría comérselos, Julián no contuvo la alegría, en su mente había diversos planes para tan mágica oportunidad no sabiendo que su destino sería muy cruel.

Julián vio como el cadáver de la enorme serpiente desaparecía y sin más vueltas que darle subió al bote y se dirigió al Puerto. Llego a su casa y maquinaba ideas con las cuales podría hacerse más rico y reconocido.

A la mañana siguiente en plena neblina, navegaba Julián con su flauta mágica, se detuvo en medio del río y entonaba una melodía con la cual los peces como poseídos saltaban en el bote, Julián excitado por tal acontecimiento, fue al puerto a vender lo capturado, las persona compraban los diversos peces, generando admiración y envidia de los demás pescadores.

Julián en la noche se internó solo en el bosque y en un claro hizo una fogata, entono la flauta y al día siguiente las personas más adineradas competían por la compra de exquisitas carnes de bosque, aquella mañana habían Sachavacas, Añujes, Paujiles y Monos, la gente no podía comprender como tan joven muchacho tenia tal habilidad.

Pasaron días y una mañana Julián se despertó con un dolor intenso en los brazos, se dio cuenta que su piel estaba desmoronándose, no le dio importancia y solo se puso una chompa y salió a capturar más y más para hacerse más rico. Pasaban los días y el dolor se incrementada y lo sentía en sus piernas y espalda cuando aterrorizado vio que sus brazos caían de su cuerpo, sus piernas hacían lo mismo, como salida de la imaginación de su cuello emergió una cabeza más grande era la cabeza de aquella serpiente la que había muerto.

Horrorizado exigía una explicación y la serpiente revelo que era la Yacumama, y que la había engañado para poder revivir, ya que como demonio de la selva necesitaba el alma de una persona para poder resurgir nuevamente y tener más vida, Julián entonces arrepentido y furioso mordía la piel de la serpiente y está molesta devoró su cabeza, la Serpiente salió de la Casa del Pobre hombre y se internó en el bosque.

En un claro del bosque la serpiente vomitaba el cuerpo de Juan quien ya no era humano se había convertido en una alma en pena y triste se fusionó con el viento del Rio Mayo.

Los Pobladores y expertos bogas aún se siguen preguntando por aquel lastimero llanto que se oye en el rio en noches frías.




AUTOR : JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY

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