Eran días de Enero en el campo, lejos de la ciudad de Moyobamba se podía apreciar la espectacular belleza de los bosques y el cantar de aves hermosas que volaban hacia su destino.
En Ciertas ocasiones se rumoreaba que en noches de luna cerca de los barrancos de la ciudad, se erigía una casa muy pintoresca en la cual se contaba vivía una anciana con muy mal carácter y que encantaba personas.
Una noche de luna, después de terminar labores un joven, acompañado de su padre pasaron por la ciudad llevando ganado, para cortar camino bajaron por el barranco tumino que queda por el actual Jr. Alonso de Alvarado; no habrían caminado dos minutos cuando presintieron que el camino era mas largo y no tenia fin, extrañados dieron vueltas por el camino hasta hallar una casa desolada, como las horas habían pasado y no encontraban camino alguno decidieron tocar la puerta.
Al instante se apareció una anciana quien los hizo pasar al verlos solos, el joven pregunto si podría indicarles la salida del barranco, la anciana solo sonrió y les ofreció comida, a los cual el padre no acepto ya que tenia que llevar el ganado antes del amanecer, la anciana un poco ofuscada los miro fijamente, se dirigió a la puerta la abrió y les dijo que si salían no estarían en paz jamas, el padre del muchacho no creyendo en sus palabras salio y comenzó a arrear su ganado, el joven extrañado salio detrás de el y miro a la anciana enojada, de pronto sintió que alguien lo seguía y al voltear la casa había desaparecido.
Algo extrañado el joven avanzo siguiendo a su padre, y de pronto en tan solo algunos pasos estuvieron por las calles de la ciudad. Al llegar a casa luego del incidente se sentaron con toda su familia a almorzar y tomarse un merecido descanso.
A media noche, cuando todos dormían, una sombra gigantesca se paseaba por la casa de la familia, haciendo ruido de pisadas, por los pasillos y cuartos, cada vez que se acercaba a aluna habitación se escuchaba un lastimero silbido.
Esto se repitió varias noches, y el padre lo había notado ya que sus menores hijos tenían miedo porque aseguraban haber visto un alma caminar por la casa, la abuela de la familia aconsejo a sus familiares llamar a un sacerdote que bendijese la casa o aun brujo espiritista para que ahuyente al malvado ser.
El padre muy creyente en lo religiosos no acepto las opiniones que por miedo le aconsejaban, hasta que una noche este llegaba tarde de su jornada cuando sintió que algo fuerte le estrujaba el cuello y con mucha suerte salvo de morir de no ser por que al instante, la abuela había salido rezando y echo al fantasma; de inmediato mandaron llamar a un brujo espiritista, quien huyo del lugar debido a que este espectro era el tunche mas maligno que había tratado.
Ya cansados del agobio el padre llevo a un cura del pueblo quien bendijo el hogar, no hubo incidentes desde ese entonces, pero siempre se sentía la presencia pesada de aquel espectro que los niños y familiares sentían y temían, hasta que en una madrugada se apareció la vieja disgustada y comenzó a arrojar piedras a la casa, el padre cogió un machete para espantar a la anciana, pero no podía acercarse debido a que el espectro estaba con ella y emitía un aura maligna muy pesada que impedía movimiento alguno.
El joven al ver a su padre en peligro cogió una biblia y comenzó a rezar fuertemente que la anciana comenzaba a emanar sangre de sus ojos, debido que la anciana era un demonio del bosque muy maligno, no soportaba la palabra del Señor y comenzó a desvanecerse al igual que el tunche.
El padre Falleció días después debido a una complicación cardo vascular causado por la impresión muy fuerte, pero el joven antes de ver morir a la anciana vio como esta se apoderaba de la sombra de su padre que algunos aseguran es el puente de la luz y la oscuridad.
AUTOR : JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY
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