martes, 19 de marzo de 2013

LA SIRENA DEL HORROR

Cuentan los antiguos lugareños de Moyobamba, que llegada la época de pesca estos se internaban en el majestuoso Rio Mayo, en sus aventuras y desventuras aseguraban ver a los lejos en lunas llenas, personajes semejantes a mujeres de larga cabellera, las cuales al divisarlos se internaban en las aguas dejando notar en ocasiones su torso semejante a una serpiente.

Era Mayo y la Población sabía que la época de pesca estaría en auge y se preparaban, alistando y reparando sus botes a remo, redes que algunos tenían y otros con simples cañas de pescar o anzuelos, se internaban en el soleado día y en las noches llegaban al Puerto de Tahuishco con grandes cargas de peces de todos los tipos, grandes, pequeños, en fin era un regocijo ver llegar a los pescadores con tales cargas, la gente se asomaba a comprar y revender peces deliciosos preparados en sus diferentes formas, asados, fritos, en Patarashca y caldos, algunos para cortejar a las hermosas moyobambinas obsequiaban pescados y se divertían con la multitud.


En esos días un hombre llamado Matías a quien la pesca le corría por las venas, emocionado por esas épocas buscaba según el los nidos de los peces para poder lanzar la red que tenía y cuidaba como un tesoro, este personaje se adelantaba a todos iba de extremo a extremo buscando en qué lugar iban a haber más peces, era todo un experto conocedor de su oficio de pescador.

Una noche ya habiendo pescado lo suficiente se propuso regresar al Puerto de Tahuishco, pensando e imaginándose como seria su recibimiento ya que el traía más carga que los otros pescadores, era una noche bellísima remando y dejándose llevar por la corriente del Río Mayo, se entretenía viendo la luna y tocando con su mano las aguas del río  no faltando unos metros para divisar las luces de lámparas que siempre estaban encendidas en el Puerto de Tahuishco diviso a lo lejos por debajo de unas ramas una mujer que solamente hacía ver su torso desnudo, el deslumbrado creyó que se estaba ahogando ya que la mujer se sostenía de una rama de guaba, el con una maniobra de experto boga, se dirigió hacia aquel lugar para lograr salvar a aquella mujer, pero al acercarse la mujer se sumergió en las aguas del Rio Mayo, Matías creyendo que se ahogaba se lanzó en su rescate y como experto nadador que era su sumergió para buscarla pero no divisaba nada en las oscuras aguas, y tampoco había rastros de un cuerpo flotante o arrastrado por la corriente, entonces nado hacia sus bote, al querer subir sintió que lo jalaba una especie de serpiente ya que la piel era semejante a la de una boa, asustado desesperado quiso zafarse pero esta lo jalo río adentro el sintiéndose ahogar, saco de su pantalón un cuchillo que siempre llevaba para poder pelar las frutas que llevaba, apuñalo la cola y escucho un grito humano, la criatura soltó a Matías y este con desesperación nado a la superficie y subió asustado al bote y sin habla remo rápidamente hacia el puerto.

En esos momentos Matías rezaba con miedo creyendo que un demonio e incluso el Yacuruna quería matarlo  o raptarlo, en eso vio que en el bote una mujer quería subirse al bote, la mujer tenía ojos oscuros y su boca era como la de un caimán muy grande y con filosos dientes, este se asustó y gritaba para ver si sus gritos llegaban al puerto y algún boga lo ayudase, pero sus gritos parecían ensordecedores, la mujer solo podía subir el torso humano este le grito para que se alejase del bote, pero de un salto subió con la cola de serpiente enorme, Matías se armó de valor y con el cuchillo se abalanzo hacia la criatura, pero esta con la cola lo capturo estrujándole el cuello y casi ahogándole  sintiéndose morir con las ultimas fuerzas este mordió la cola con tanta fuerza que esta lo soltó y se abalanzo contra el mordiéndole la mano y arrancándosela  en esos instantes la criatura desapareció este gritando de dolor, fue socorrido por unos bogas que de lejos divisaron a Matías, y vieron que algo lo atacaba, con el dolor fue llevado de inmediato a un Doctor que vivía por las cercanías este tuvo que calmar al paciente y estabilizar el sangrado ya que había perdido mucha sangre, Matías con el tiempo se recuperó pero quedo aterrado en la idea de volver a navegar por el Río Mayo, contó su desventura y varios brujos y chamanes iban y botaban pócimas al río para alejar a la criatura, inclusive el sacerdote hacia una misa en las cercanías del Río Mayo.

Se dice que a veces en las lloclladas que surgen cada año, a veces la criatura es vista pero tan solo de lejos y otros dicen que las ven en días soleados a lo lejos peinándose o sumergiéndose en las aguas del Río Mayo.





Autor : Jose Antonio Cordova Wajajay
Derecho Reservados

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