jueves, 29 de mayo de 2014

EL DIABLO DEL BOSQUE

En épocas de luna llena los hábiles cazadores se internan al bosque en busca de aventuras y de mostrar su habilidad en la caza.

Algunos cazadores con experiencia se internan y cazan lo adecuado a sus necesidades pero hay otros que no lo hacen y hace que los animales sean escasos en zonas donde antes abundaban.

Eran tiempos de Junio, y la época de apareamiento de animales como el Majas, Añuje, Monos se asomaban a collpas y quebradas, los cual era aprovechado por los mitayeros y cazadores. Un forastero llegado de la ciudad de Chiclayo a pasar vacaciones y demostrar su habilidad en el uso de su escopeta contacto a dos moradores y buenos cazadores de Moyobamba, quienes conocían los secretos del bosque y de la caza.
Se reunieron una mañana muy temprano la neblina sobre el rio era sorprendentemente hermosa, llegaron al bote que los conduciría a lo profundo y misterioso de la selva.

Pasaron por paisajes fabulosos, y vistas que parecían de ensueño y por in llegaron a la entrada del pueblo de San Rafael, este pueblo era de menor población y los que vivían ahí eran muy amables, contaban historias y anécdotas del bosque a los visitantes, el forastero llamado Jorge no podía creer el hermoso paisaje que sus ojos divisaban; fueron a donde el jefe del pueblo y llegaron a un acuerdo para que puedan internarse en el bosque, les ofrecieron hospedaje y alimentación.

Jorge ansioso por empezar su aventura se entrevistó con Celestino y Mauro quienes eran los cazadores que este contrato para su aventura, les consulto cuando salían de caza y ellos le explicaron los rituales de la cacería, como ingresar al bosque y que animales matar y cuáles no, Jorge no quería entender la explicación el solo quería demostrar su habilidad.

Los cazadores, le contaron a Jorge sobre los espíritus que habitan el bosque y como poder defenderse a lo que este atino en tono burlón de que no creía en cuentos, los mitayeros se extrañaron por la actitud de su contratante  y solo le dijeron que salían dentro de dos días.
El pueblo en agradecimiento de su visita y aportación realizó una ceremonia en medio del pueblo, danzaron y bebieron el licor natural a base de yuca "el Masato", disfrutaron tanto que quedaron dormidos y satisfechos.

Llego el día de salir de cacería, Jorge alisto sus cosas,  engraso su escopeta, y la cargo, llevaba municiones extras y llevaba muchas ganas de empezar, los mitayeros se despidieron de sus amigos del pueblo y con Jorge, salieron rumbo al bosque, pasaron por caminos y matorrales, vieron pantanos y árboles frutales por doquier, pasaron las horas y Jorge veía el atardecer llegaron al claro de donde se divisaba a pocos pasos una collpa muy amplia, hicieron un campamento, eran más o menos las 4 de la tarde y fueron a inspeccionar por donde pasarían los animales, vieron que antes de llegar a la collpa había dos árboles y pasaron entre ellos coordinando que en la noche empezaría la cacería.

Comieron y subieron a un árbol cerca de su campamento, de allí divisaron que los animales empezaban a bajar, ellos también bajaron y cuando se disponían a cruzar los arboles los mitayeros comenzaron a hacer un rezo extraño pidiendo al bosque protección, Jorge no prestaba importancia y en su mente solo estaba cazar al llegar a los dos árboles se dieron con la sorpresa de que en medio había un gran árbol de Oje, planta nativa de la selva era enorme, ellos se sorprendieron, Mauro entonces sintió un olor muy fuerte y le dijo a celestino en voz baja : Es el diablo del oje, que hacemos a lo que Celestino muy nervioso se acercó al Jorge comentándole que el diablo estaba protegiendo la collpa, Jorge sin temor y sin creer quiso disparar al árbol pero sin presagiar nada su escopeta no funcionaba, Mauro saco dos cigarros mapacho y fumo a prisa roseando a los dos compañeros para que el mal viento del diablos les hiciese daño, de pronto se escuchó pisadas que hacían retumbar los arboles Jorge entro en pánico vio una sombra enorme en medio de los árboles y de temor apago su linterna, Celestino comenzó, a silbar suavemente entre la oscuridad, y se oyó una respuesta muy abrupta un silbido muy grueso y penetrante, Celestino volvió a sus compañeros y les comento que el Diablo quiere Mapacho y Trago si es que querían pasar al bosque y cazar, Mauro le entrego lo pedido, luego Celestino silbó nuevamente muy suave y recibió la respuesta pero esta vez más fuerte que los árboles se movían.

Celestino nervioso les comento que uno de ellos debía llevar lo pedido y colgarlo al árbol de oje, Jorge lleno de pánico asintió y dijo que lo lleven, a lo que Celestino dijo que el Diablo quería que sangre nueva lo llevase, Jorge sintió desfallecer y de pánico cogió el pedido con una soga, camino unos pasos y se sentía caer, las piernas le temblaban, y sus fuerzas se le iban, colgó con gran nerviosismo y el bosque comenzó a temblar, este sintió un frio muy aterrador en su cuerpo, casi desfalleciendo logró atar el pedido del diablo.

Entonces regreso con cautela y temblando, Mauro al Verlo llegar con el humo del cigarro lo hizo entrar en razón, Jorge se desmayó, pasaron unos minutos y  este despertó y vio que el inmenso árbol no estaba, era imposible, armado de valor se levantó y pregunto a celestino que había pasado, este solo atinó  a decirle que se apresuraran en cazar, ingresaron a la collpa subieron a un árbol y como por arte de magia apareció un Majas enorme y fue muerto por Mauro, luego apareció un venado hermoso y grande, Celestino le dio muerte de un perfecto tiro, Apareció un mono grande y se disponía a beber de la collpa y Jorge de miedo atino y mato al mono, Celestino entonces silbó y los arboles empezaron a temblar, Mauro entonces explico a Jorge que era suficiente cacería y que debían irse, Jorge con incertidumbre y con ganas de seguir disparando entendió que no podían seguir y debían respetar al bosque.

Feliz y desconcertado Jorge recogió su presa y regresaron por el camino, este volteo y en medio de la collpa había y enorme árbol de Oje nuevamente, al llegar al pueblo las mujeres y niños los recibieron hubo fiesta y comida, celebraron la cacería fructífera.

Jorge entonces aun no saliendo de su impresión pidió a los mitayeros le enseñasen más sobre como poder ingresar respetando al bosque. Así paso dos días y Jorge se disponía a partir pero quería salir de una duda y fue hacia el claro con Mauro para ver que había pasado con el trago y  los Cigarros mapacho, al llegar se dieron con la sorpresa que a unos metros de la collpa estaba el paquete de cigarros vacío y la botella de trago también con la misa suerte.

Entonces después de toda esa gran aventura al fin Jorge comprendió y entendió los misterios de la selva peruana y el respeto a los animales del bosque



AUTOR : JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY 
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