lunes, 2 de abril de 2012

LA LEYENDA DEL AYAYMAMA

Hace mucho tiempo en la espesura de la selva peruana cuando aún no había caminos y los vecinos colindaban entre montañas y las fieras salvajes como otorongos y jaguares rondaban las casas y acechaban en las noches.

En ese tiempo vivía una familia conformada por cuatro personas dos de ellos un niño y una niña; eran muy felices el esposo era un experto agricultor y su pareja criaba animales de granja, vivían tranquilos hasta la época de otoño donde tenían que acumular alimentos y madera y cercar con tramperas la casa ya que los otorongos atacaban y asesinaban a su paso todo lo que encontraban.
Así eran aquellos tiempos, el padre de la familia contacto un con un adinerado morador moyobambino quien le ofreció comprarle alimentos y animales de granja a un trato justo el dinero sería suficiente para que dejen la montaña y pudiesen vivir en la ciudad.

Pero el gran problema era que el adinerado hombre quería los productos lo más pronto posible y era época de otoño los animales salvajes merodeaban por las montañas en busca de comida.... el esposo consulto con su amada pareja y entre lágrimas desecharon la propuesta ya que nunca se habían separado, el esposo quería con ansias un futuro mejor pero ella se oponía ya que era muy peligroso llevar la carga en esa época.

Muy decidido y tranquilizando a su pareja que nada pasaría, trabajo día y noche y logro juntar muchas provisiones para que se alimentasen sus hijos y su amada esposa, así como también el pedido del adinerado morador, protegió la casa con mucho cuidado puso tramperas y entrego una escopeta a su mujer por si algo pasase en las noches, se despidieron entre llantos y risas el esposo muy feliz marcho con su escopeta y su carga ayudado por su fiel mula llevaba una buena cantidad, pasaron las horas y se puso nervioso ya que aún no llegaba a la mitad del camino y vio pisada de jaguares en los linderos, se armó de valor con su escopeta y avanzo ya por llegar al río y abordar su equipaje la mula grito muy fuerte y escapo botando al suelo al pobre hombre y la escopeta al río, la carga quedo regada por la orilla del rio, fue cuando se vio rodeado de jaguares hambrientos y termino despedazado.

La mujer mientras dormía sentía un dolor en la parte de su corazón su instinto de esposa le decía que algo andaba mal. No aguantando el dolor y angustiada espero la mañana para ir en busca de su esposo, sus niños entre lágrimas le preguntaba por su padre ella solo decía que iba a verlo en el rio para ayudarlo a tomar el bote y volver. Los niños se calmaron y se pusieron a jugar; la mujer se armó con la escopeta y salió en su búsqueda no sin antes ordenarles que no salgan pase lo que pase que ella volverá con su padre, tenían comida en abundancia y estos obedecieron, la niña que era la mayor abrazo a su hermano mientras veía a su madre salir de la casa y asegurarla.

Esa misma tarde la mujer llego al rio y vio con terror que los jaguares despedazaban a su esposo entre llanto disparo su escopeta estaba cegada de dolor que no lograba disparar correctamente hasta que se quedó sin balas y sufrió la desventura de su esposo, quedo despedazada por las fieras.

La niña al ver que su madre se iba, empezó a jugar con su hermanito y preparaba la comida diariamente, ya habían pasado cinco días y el niño lloraba por ver a sus padres, ella lo consolaba acurrucándolo y diciendo diariamente que vendrían, pasaron otros cinco días mas y la comida escaseaba, fue cuando la niña se desesperó y comenzó a llorar amargamente.


Al día siguiente decidió ir en busca de sus padres en compañía de su hermanito, preparo todo llevo comida y ropa para el frío, caminaron por horas y el frío era intenso daban vueltas por el mismo camino y se perdieron en el bosque llegada la noche no tenían comida y entre lágrimas gritaban el nombre de sus padres buscándolos por doquier, no soportaban el frío y en un árbol se cobijaron; fue entonces que la luna se apiado de ellos y entre lágrimas bajo y les dio calor y comida y los transformó en dos aves muy hermosas que se confundían con el árbol en el que se habían acurrucado al querer hablar solo decían ayaymama que significa "madre, padre porque nos han abandonado", en ese momento volaron por los cielos y se perdieron entre los arboles ya que los niños en realidad habían muerto de frío.


Autora : IRMA WAJAJAY YAUM
Derechos Reservados

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