LA LEYENDA DEL RATON SEDUCTOR

Se cuenta que antiguamente los animales tenían la cualidad de hacer una metamorfosis increíble cuando querían algo o a alguien, miles de historias siempre tenían un mismo fin, el rapto o a veces la desaparición de los seres a los que ellos anhelaban poseer.

Era mes primaveral, en el pueblo había una bonita fiesta con adornos y enormes mesas de sabrosos potajes, la banda de músicos tocaba al ritmo de folclóricas mezclas de la ciudad; familias repletas bailaban y comían, se celebraba una patrona de aquellos meses de primavera.

Una de esas familias tenía como hija única a Faustina, linda moza cotizada por jóvenes del pueblo, sonrisa contagiante, mirada atrayente, una linda señorita digna de canciones; los caballeros solicitaban al padre que accediese a que su hija bailase con ellos, y este accedía muy contento eran días de fiestas.

En uno de los matorrales un ratón de campo, buscando que comer encontró un pedazo enorme de pan tirado en el suelo, se disponía a cogerlo cuando un gato amenazó con devorarlo, justo en esos instantes Faustina apareció y asusto al gato, la linda chica agarro el pan y lo arrojo hacia el roedor, este quedo anonadado por la belleza de la chica y decidió conquistarla.

A la noche siguiente se había montado una feria artesanal, cientos de personas por la plaza del pueblo, compraban y vendían sus productos, Faustina acompañada de sus padres salió a recorrer la feria, cuando de pronto apareció de entre el tumulto un hombre alto y apuesto, rubio y educado, tenía también un bastón de oro y un bigote también rubio.

Este se acercó  caballerosamente a su familia, los saludo haciendo una reverencia, y se presentó se llamaba Alcides, invito a la familia a degustar una cena en la feria, comieron y se conocieron, degustaban la chicha de jora, pero no bebía licor alguno, el padre y la madre le interrogaban por su forma de ser y de donde venía, se sorprendieron aún más cuando sacó del bolsillo dinero abundante, ellos en sus mentes concluían que era un hombre rico.

Se hicieron amigos, y muy prontamente con el pasar de los días, el padre invito a este a comer en su casa, este accedió, en la noche llego Alcides muy puntual, como era de costumbre este llevaba presentes, luego de la cena los padres de Faustina preparaban un agasajo, invitaron músicos y bailaron casi toda la noche, como ya eran muy conocidos, Alcides se atrevió a proponer el cortejo de tan linda chica, estos conversaron entre ellos y accedieron.

Faustina estaba feliz era la más popular del pueblo, ya que por donde pasaba los vecinos hablaban del apuesto Alcides, que era muy rico y muy elocuente, era un buen partido. Como era de costumbre se enamoraron y estuvieron de enamorados casi cinco meses, el padre estaba feliz de ver a Faustina con su futuro yerno; así que preparo a su familia ya que habría casorio.

Faustina se había enamorado de aquel rubio galán, que a veces lo invitaba cuando ellos no estaban, su familia criaba muchos animales entre ellos gatos y perros, Alcides le decía a Faustina que si quería que él vaya a su casa debía echar a su gato ya que no soportaba estar frente a un gato, le daba pavor. 

Faustina no entendía lo que le decía y se reía por aquella conjetura, pero accedió, en su casa se tomaban las manos y se besaban con amor, ella le pregunto del porque no tomaba licor, y Alcides solo respondía que no tomaba por miedo a que se descontrole.

Pasaron dos meses más y el joven reunió a la familia y pidió la mano de la bella Faustina, todo el pueblo estaba en jolgorio, iba a ver fiesta de matrimonio, todos se reunían y preparaban todo para el gran día.

Como era de esperarse la boda fue muy motivada, había fiesta y la comida se acababa rápidamente, el licor no cesaba de llegar, en fin una fiesta a todo dar.

Ya concluida la fiesta, los dos esposos, se dispusieron a marchar a su luna de miel. Todo salía como la linda Faustina había planeado era el gran día de su vida.

Al amanecer, la bella chica se levantó muy temprano pero no encontró a su esposo; lo busco y no lo hallo, salió a ver a sus padre, quienes orgullosos la felicitaban ya estaba con un hombre muy caballero y rico.

Al mediodía apareció Alcides y reunió a la familia de la bella Faustina; les comunico que este iba a viajar y se iba a ir con la bella muchacha, los padre y hermanos estaban tristes pero prometieron regresar; fueron a un pueblo próximo, pasaron allí días tranquilos, pero Faustina sospechaba de sus esposo, casi nunca estaba en casa y temía que el la habría engañado; pero era mera ilusión ya que Alcides cumplía como esposo, llenándola de lujos.

Esto cambio cuando Faustina en su ausencia iba a ver a sus padres, lo cual molestaba mucho a Alcides, era tema de discusión y a veces se iban a las manos.

La Madre intuía en su corazón que su amada hija no era feliz, así que contradiciendo a su esposo fue en busca de Faustina, al llegar Faustina la recibió muy feliz y a la vez muy nerviosa, la madre de la chica le preguntaba de como era su vida, ella le contó todas sus desdichas y la madre enojada quería esperar a Alcides para reclamarle, pero la chica le tenía miedo y solo le decía que se fuese y que no contase nada a nadie.

Pasaban los días y la madre en complicidad con su hija iba a visitarla seguido, cuando se dio cuenta por intuición que Faustina iba a dar luz, solo que su estómago no era abultado como la de las demás mujeres al embarazarse, su vientre estaba plano,  pero la chica sentía dolores de parto.

La madre no percatándose regresó a su casa despidiéndose de su amada hija, al día siguiente Faustina había dado a luz, para sorpresa de ella habían nacido tres criaturas, solo que para su sorpresa eran roedores pequeños sin pelo, ella en vez de horrorizarse los acaricio y cuido, estaba feliz Alcides llego a casa y también se puso feliz al ver a sus hijos pequeños, los dos empezaron a cuidarlos.

Alcides como de costumbre salía temprano dejando alimento, la madre de Faustina llego a mediodía a visitar a su hija después de cinco largos días, al llegar toco la puerta y vio a su hija preparando comida, y en su cesto traía un gato para que sea la mascota de su hija, la chica no admitió al gato y lo boto fuera, la hija le agradeció a su madre por la visita y le dijo que ya había dado a luz tres hermosos hijos, la madre llena de felicidad la abrazo y lloraron juntas, pero hacia un sol muy fuerte y Faustina dejó a su madre en la casa para que ella se bañase amenamente, y le encargo que viera a sus nietos que estaban en su recamara, la madre feliz fue a la recamara a buscar a sus nietos, pero no encontró nada.

Al llegar Faustina le pregunto por sus pequeños, la madre  estaba limpiando la casa, solo le dijo que busco a los niños pero solo encontró tres roedores y los lanzo al gato ya que las ratas eran símbolo de suciedad.

La pobre Faustina se rompió en llanto diciéndole que eran sus hijos, la mama asustada no podía creerlo, le decía que tenían que huir porque Alcides podría ser un demonio, pero Faustina desconsolada echó a su madre.

La madre preocupada por el porvenir de su hija fue y contó todo a sus hijos y padre y ellos fueron rápido a ver al  mal hombre, al llegar se dieron con la ingrata sorpresa de que la hija estaba siendo golpeada por su esposo, estos cegados le propinaron una paliza a Alcides que lo dejaron tirado sin conocimiento en el patio, se lavaron las cosas de Faustina, y recogieron el oro que tenía en sus valijas.

Pasaron dos días y el padre con los hermanos no creyendo la historia de la madre de que aquel seductor fuera a ser un demonio ratón, y fueron a ver a Alcides para pedir disculpas y el divorcio de su pequeña hija, fuero y al llegar no encontraron la casa ni las riquezas, solo encontraron un ratón más grande de lo común, tirado en el suelo, era bien amarillo  y en su mano derecha tenía un tallo de apio, el cual ellos sospechaban era el bastón del hombre ratón muerto.

De esto no se habló mucho y ellos se retiraron sin decir nada, el padre de Faustina llevo a su familia a otro pueblo y comenzaron nuevamente sus vidas.

AUTORES : ESTEBAN ANTONIO CORDOVA ORE & JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY
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